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'Gender identity' in Bolivia:

Español

En Bolivia, la Ley de Identidad de Género - 807 de 2016, permite que la persona que no esté conforme con su género, pueda cambiar de manera legal su nombre, el dato del sexo y toda su documentación pública. La misma, que fue impulsionada por Trans Red Bolivia (Red TREBOL) y decretada por la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia, describe a la identidad de género como “la vivencia del género tal como cada persona la siente, la vive y la ejerce ante la sociedad, la cual puede corresponder o no al sexo asignado al momento del nacimiento”, lo que permite a las personas no conformes con su género puedan adecuar los datos legales y su sexo al género que se identifican. Olvidan que el sexo es genéticamente inmutable y material, y lo confunden con género, que según la própia ley es “la construcción social de roles, comportaminetos, usos, ideas, vestimientas, prácticas o características culturales y otras costumbres para el hombre y la mujer”.

Como colectiva boliviana, ahora parte del colectivo internacional de Women’s Declaration, señalamos que esta ley elimina los derechos conquistados a través de las luchas por igualdad y la emancipación política de las mujeres. Más allá de la negativa de los consejos de medicina y psicología en tratar a la disforia como un problema real, la ley nos expone ante situaciones extremas de vulnerabilidad, al dar acceso a espacios que son estrictamente para mujeres a sujetos del sexo masculino. La referida ley termina por contradecir los compromisos y acuerdos de los que somos parte y por los que se debería velar, tal cómo dice en el artículo 15. II de la Constitución Política del Estado Plurinacional Boliviano, que señala que “todas las personas, en particular las mujeres, tienen derecho a no sufrir violencia física, sexual o psicológica, tanto en la familia como en la sociedad”.

Creemos firmemente que las personas de la comunidad trans tienen el derecho de ejercer una vida libre de violencia, en igualdad de oportunidades y condiciones dentro una sociedad machista y prejuiciosa que se ha ocupado de deshumanizarlos y de explotarlos a nivel sexual, pero eso no significa que para efectivar sus garantías como personas de derecho deban socavar los derechos adquiridos por las mujeres.

Consideramos que los servicios de apoyo para mujeres deben ser de servicio y uso exclusivo de y para las mujeres (entendida como una clase sexual y no de género). Tal criterio es crucial para la promoción de la salud, la seguridad física, la privacidad y la dignidad de las mujeres y las niñas para evitar que las beneficiarias sigan en situación de vulnerabilidad ante la creciente violencia perpetrada por varones.

De la misma manera consideramos firmemente que las categorías sexo y género deben mantenerse distinguidas para evitar confusiones tanto en investigaciones como en la observación de casos de violencia, evitando que los indicadores y la cuantificación de victimas sea engañosa o alterada en un intento de incorporación de datos de transfemeninos dentro de la categoría mujer. siendo un impedimento importante para el desarrollo de leyes, políticas, estrategias y acciones efectivas destinadas a eliminar la violencia contra las mujeres y las niñas.

English

In Bolivia, the 'Gender Identity' Law - 807/2016, allows the person who does not identify with their 'gender', to legally change their name, sex and all their public documentation. That law was promoted by Trans Red Bolivia (Red TREBOL) and signed and implemented by the Plurinational Legislative Assembly of Bolivia, and describes gender identity as “the experience of gender as each person feels it, lives it and exercises it before the society, which may or may not correspond to the sex assigned at the time of birth”, which allows people who do not conform to their 'gender' to adapt the legal data and their sex to the 'gender' they identify with. They forget that sex is genetically immutable and material, and they confuse it with 'gender', which according to the law itself is “the social construction of roles, behaviors, uses, ideas, clothing, practices or cultural characteristics and other customs for men and women”.

As a Bolivian collective, now part of the international organization of Women’s Declaration, we point out that this law eliminates the rights won through the struggles for equality and the political emancipation of Bolivian women. In addition to the refusal of the medical and psychology councils to treat dysphoria as a real problem, the law exposes us to extreme situations of vulnerability, by giving male subjects access to spaces that are strictly for women. The aforementioned law ends up contradicting the Political Constitution of the Bolivian Plurinational State, which specifies in article 15 that “all people, women in particular, have the right to not suffer physical, sexual or psychological violence, both in the family unity and in society”.

In a sexist and harmful society that has dehumanized and exploited trans population on a sexual level, we firmly believe that people of this community have the right to live without violence, and equal opportunities but that does not mean that in order to achieve their rights as citizens, they must undermine the rights acquired by women.

We consider that support services for women should be for the exclusive use of women (understood as a sexual class and not gender category). This criteria is crucial for the promotion of specific health policies, citizenship, legal protection, safety, privacy and dignity of women and girls to avoid enhancing social vulnerability and increasing violence perpetrated by men.

In the same way, we firmly believe that sex and gender criteria should be kept distinguished to avoid confusion both in research and regarding cases of violence. This would avoid misleading data and quantification of victims as well as altered information in an attempt to incorporate “male-to-female” data into the female group. The obliteration of this distinction is a major impediment to the development of laws, policies, strategies and effective actions aimed at eliminating violence against women and girls.